El Gobierno de Pakistán cuenta con «indicios claros» de que el país se enfrenta a una quinta ola de COVID tras el repunte de contagios que ha roto la tendencia descendente de las semanas previas.
El ministro al frente de la respuesta contra la pandemia, Asad Umar, ha reconocido a través de su cuenta de Twitter que ha estallado «una nueva ola de coronavirus» que las autoridades llevaban esperando «desde hacía unas pocas semanas».
«Recuerden: el uso de la mascarilla es la mejor protección», ha añadido el ministro.El epicentro de este nuevo brote parece estar situado en la ciudad portuaria de Karachi, uno de los núcleos económicos del país, debido en particular a una proporción cada vez mayor de los casos de la variante Ómicron.
La provincia de Punyab, la más poblada del país, se encuentra ya en estado de emergencia tras la detección de 170 contagios de esta variedad, cuyo primer caso fue detectado el 13 de diciembre.
El país ha registrado al menos 594 nuevos contagios y ocho fallecimientos en las últimas horas, para un total de 1,2 millones de afectados y casi 29.000 decesos desde el principio de la crisis.
