El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) instó en la jornada a los lideres mundiales que asisten a la Cumbre las Naciones Unidas (ONU) sobre los Sistemas Alimentarios a que tomen medidas concretas para que los pequeños agricultores de los países en desarrollo, que cultivan un tercio de los alimentos que se consumen en el mundo, reciban “salarios dignos”.
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“Es indignante que (…) cobren una miseria por su trabajo” y merecen un salario digno, afirmó Gilbert F. Houngbo, presidente del FIDA, que consideró “una terrible ironía que aquellos que cultivan nuestros alimentos no puedan permitirse proporcionar a sus propias familias dietas saludables y nutritivas”, informó la ONU en un comunicado.
“Sin ahorros ni acceso a capital, las familias de agricultores carecen de recursos para protegerse de los efectos del cambio climático y otras perturbaciones. Esta Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios es nuestra oportunidad para comprometernos a lograr cambios concretos y debemos aprovecharla”, añadió la misiva de la ONU sobre salarios dignos a agricultores.
Los pequeños agricultores rurales que trabajan en explotaciones de menos de dos hectáreas producen más del 30% de los alimentos que se consumen a nivel mundial, y hasta el 80% en continentes como África o Asia, explica el FIDA.
Según un reciente estudio sobre diversos cultivos procedentes de pequeñas explotaciones agrícolas en los países en desarrollo, solo el 6.5% del precio que se paga por los alimentos en el supermercado llega al agricultor y son los comerciantes, los fabricantes de alimentos y los minoristas se llevan la mayor parte, por eso la necesidad de equiparar sus ingresos en la cadena productiva para que cobren un salario digno.
En el informe del FIDA de la ONU sobre el desarrollo rural publicado el pasado lunes, la creciente concentración del poder en los sistemas alimentarios ha conducido a un incremento de los beneficios de las grandes empresas, mientras que las personas que trabajan para producir, procesar y distribuir nuestros alimentos siguen sumidas en la pobreza y el hambre.
Los ingresos insuficientes son una de las principales razones por las que alrededor de 3,000 millones de personas en el mundo no pueden permitirse una dieta saludable, añade el organismo en su reclamo por salarios dignos.
“Cuando a la población rural se le paga bien por su trabajo, el efecto multiplicador es enorme. Las pequeñas explotaciones agrícolas que son rentables permiten que los niños puedan ir a la escuela, dan acceso a una dieta variada y saludable, generan empleo y potencian las economías rurales”, afirmó Houngbo.
La Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios que se celebra en la jornada pretende dar como resultado compromisos concretos por parte de los Jefes de Estado y otros líderes, junto a los productores, la sociedad civil y las empresas, para transformar la forma actual de producir, procesa y consumir alimentos.
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