En términos económicos, la pandemia del COVID-19 ha sido un tragedia que podría equipararse con su propia esencia sanitaria. Los empleos perdidos y la producción y ventas desplomadas son apenas la punta del iceberg, ya que, para muchos, estar enfermo o incluso tener síntomas de estarlo, ya representa en sí un gasto imprevisto como lo es tener que pagar por una prueba para detectar la enfermedad.
Al menos así lo lamentan trabajadores de la entidad que tienen que desembolsar entre 250 y 500 por una prueba de antígenos y hasta más de 1,000 pesos por una PCR.
Todo esto lo señala Verenisse Ruiz, líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM en Aguascalientes
La líder de la confederación de trabajadores que ahora tiene la titularidad del Sindicato de Nissan afirma que frente a la nueva ola de contagios, los centros de trabajo vuelven a prender sus alarmas, sin embargo por el momento todo se mantiene en la normalidad con niveles de producción cercanos al 100%.