La princesa Mako de Japón se casó con su novio, un plebeyo, y renunció a su título de la realeza, pues afirmó estar decidida a construir su felicidad con él.
A pesar de la oposición que surgió sobre su compromiso, la joven aseguró que su matrimonio con Kei Komuro era inevitable, pues fue su elección.
«Kei es irremplazable para mí. Para nosotros, el matrimonio es una elección necesaria para vivir cuidando nuestros corazones», afirmó.
Recientemente Mako fue diagnosticada con Trastorno por Estrés Postraumático previamente este año, después de que su compromiso fue asediado por un escándalo financiero, un intenso escrutinio de la prensa y estar tres años separada de su prometido.
Comenta este articulo