Usar cubrebocas y respetar el distanciamiento social dejará de ser obligatorio en Inglaterra a partir del 19 de julio, así lo anunció hoy Boris Johonson, primer ministro británico, que instó a los habitantes del territorio a «aprender a vivir» con el COVID-19 mostrándose prudentes ante la actual pandemia.
Pese a que el número de nuevos contagios está disparando en torno a 25 mil diarios debido a la variante delta, esto no se ha traducido en un fuerte aumento de hospitalizaciones y muertes, precisó justificando su decisión de levantar todas las restricciones legales en dos semanas.
En ninguna rueda de prensa, el primer ministro precisó que, si el 12 de julio se confirman los datos epidemiológicos favorables, la semana siguiente desaparecerán las «limitaciones legales» y podrán reabrir los sectores aún clausurados de la economía, como algunos grandes eventos y el ocio nocturno.
Comenta este articulo