La crisis ocasionada por la pandemia de la COVID-19, impacta la actividad social, las interacciones y los comportamientos en múltiples niveles. Emocionalmente, las actividades de distanciamiento social y autoaislamiento pueden causar problemas de salud mental, ansiedad y depresión
La psicóloga Heidi Victoria Beltrán nos platica sobre el aumento de estos padecimientos consecuencia de la cuarentena y aislamiento social, aunado a la crisis emocional de duelos no superados de quien ha perdido a algún familiar cercano por el COVID 19.
«En el área clínica he recibido bastantes casos y esto no solamente es en Morelos si no con otros colegas hemos comentado en el aumento que habido casos como ansiedad, depresión incluyendo duelos por las pérdidas de seres queridos que han tenido muchas personas ante esta esta pandemia, pero más frecuéntenme e casos de ansiedad». Menciono Beltrán Ek
La COVID-19 ha dado lugar a comportamientos y respuestas psicológicas negativas y a trastornos de salud mental, que deben resolverse lo antes posible, para evitar otros problemas de salud o dificultades adicionales a largo plazo.
Dijo que los casos de violencia familiar han ido en aumento debido a la falta de comunicación porque muchas familias no estaban acostumbras a la convivencia, lamentó el hecho que en la comunidad no existan instituciones de salud que atiendan este tipo de problemas que, aunque poco se habla de ello no significa que no existan.
«La violencia familiar se disparó hoy en día, que es lo que esta ocurriendo que como no hay esa comunicación en las casas entonces se dificulta la convivencia familiar, se han agravado otras enfermedades, y ante la imposibilidad de recibir servicio de atención de salud a adecuado que aquí en la comunidad hay muy poco muy escasos «. Dijo
Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, se ha demostrado que la población experimentó angustia psicológica durante la etapa inicial. Además, se han identificado respuestas psicológicas negativas, siendo la ansiedad, la depresión y el estrés las condiciones más exploradas, junto con el insomnio, la indignación y la preocupación por su propia salud y la de su familia. Los niveles de estrés, ansiedad y depresión variaron de leves a moderados-severos.