Agencias
Habitantes de la Península de Yucatán y activistas denunciaron la destrucción ambiental por la construcción del Tren Maya, proyecto que la semana anterior presumió el «rescate» de una tortuga y una boa constrictor de las obras.
«Hay una devastación ecológica definitivamente. Hay una deforestación tremenda y esto es en las vías que supuestamente ya existen, imagínate la devastación por el paso en las zonas ecológicas protegidas», manifestó Pedro Uc, miembro del Congreso Nacional Indígena.
Sobre el rescate de la tortuga y la boa, «esto nos confirma que en toda la ruta del Tren Maya existen áreas naturales bien conservadas y con una gran cantidad de animales. Eso es justamente lo que nosotros como Asamblea Maya Múuch´ Xíimbal hemos estado denunciando desde que se da a conocer este proyecto, que es una imposición del gobierno», expresó Rusell Peba, integrante del colectivo que el pasado 21 de enero consiguió un amparo por falta de información durante la consulta pública de la Manifestación de Impacto Ambiental de la obra de 150 mil millones de pesos.
«Va a haber una devastación para el tendido de las vías del tren, y no solamente estamos hablando de esas áreas, porque el tren no solamente contempla el tendido de esa vía, sino también la construcción de terminales y polos de desarrollo, en donde ya están cortando árboles, cientos de árboles», añadió.
Ambos activistas alertaron asimismo sobre la destrucción del patrimonio arqueológico por la obra de mil 500 kilómetros en cinco estados de la Península de Yucatán.
El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que se encuentra a cargo de la obra, señaló en octubre que en dos de los siete tramos del proyecto habían hallado casi 3 mil 856 monumentos arqueológicos.
De acuerdo con el activista Rusell Peba, el total es de casi 30 mil monumentos afectados.